Introducción

La costa sur de Islandia es un viaje a través de algunos de los paisajes más espectaculares y diversos del país. Desde imponentes cascadas y playas de arena negra hasta lagunas glaciales y campos volcánicos, este recorrido ofrece una visión inolvidable del poder elemental de Islandia. Ya sea en una excursión de un día desde Reikiavik o en una aventura de varios días, los recorridos por la costa sur te sumergen en la belleza salvaje, el folclore y las maravillas geológicas. Tanto si observas a los frailecillos volar sobre los acantilados como si caminas detrás de las cascadas, esta ruta muestra lo más cinematográfico y conmovedor de Islandia.

¿Qué es el recorrido por la costa sur?

Las excursiones por la costa sur suelen seguir la Ruta 1 (la carretera de circunvalación) al este de Reikiavik, pasando por localidades como Hveragerði, Selfoss y Vík. Las excursiones van desde excursiones de un día completo hasta viajes de varios días y suelen incluir paradas como las cascadas de Seljalandsfoss y Skógafoss, la playa de arena negra de Reynisfjara, Dyrhólaey e incluso la laguna glaciar de Jökulsárlón, si el tiempo lo permite. Es una ruta dinámica e impresionante, repleta de lugares emblemáticos y joyas menos conocidas. Ya sea en minibús, superjeep o con guía privado, esta excursión ofrece una de las experiencias más fotogénicas y emocionantes de Islandia.

Seljalandsfoss: la cascada tras la que se puede caminar

Seljalandsfoss es una de las cascadas más singulares de Islandia. Tiene una caída de 60 metros desde un antiguo acantilado marino y cuenta con un sendero que permite caminar detrás de la cascada, lo que proporciona una experiencia surrealista y cinematográfica. Sentirás la niebla en tu rostro y verás el mundo a través de una cortina de agua. Es especialmente mágico al amanecer o al atardecer, cuando la luz se refracta a través del rocío. Cerca de allí, la cascada menos conocida de Gljúfrabúi se esconde detrás de una estrecha pared del cañón y recompensa a los curiosos con una maravilla secreta.

Skógafoss: Fuerza bruta y arcoíris

A poca distancia en coche de Seljalandsfoss se encuentra Skógafoss, otra emblemática cascada de 60 metros de altura, pero con una presencia mucho más amplia y atronadora. En los días soleados, su niebla suele producir vibrantes arcoíris. Una escalera junto a la cascada permite subir hasta la cima para disfrutar de unas vistas impresionantes de las llanuras de Skógar. Cuenta la leyenda que un vikingo enterró un tesoro detrás de la cascada. Skógafoss no solo es una maravilla visual, sino también una puerta de entrada a rutas de senderismo como el sendero Fimmvörðuháls.

Playa de arena negra de Reynisfjara

Reynisfjara es la playa de arena negra más famosa de Islandia, situada cerca del pueblo de Vík. Con acantilados de columnas de basalto, imponentes farallones (Reynisdrangar) y las embravecidas olas del Atlántico, parece sacada de una película de fantasía. La playa es preciosa, pero peligrosa: las olas traicioneras pueden ser mortales, por lo que los visitantes deben mantenerse a una distancia segura de la orilla. El contraste entre la arena negra, la espuma blanca y el cielo azul crea un paisaje surrealista con el que sueñan los fotógrafos. Cerca de allí, Dyrhólaey ofrece unas vistas panorámicas de los acantilados y es un lugar de nidificación para los frailecillos en verano.

Glaciar Sólheimajökull: Paseo por el hielo

Este glaciar accesible desde la capa de hielo Mýrdalsjökull ofrece la oportunidad de caminar literalmente sobre el hielo. Las excursiones guiadas por el glaciar le llevarán a través de grietas, crestas de hielo e incluso cuevas de hielo, dependiendo de la temporada. Se proporciona equipo de seguridad, como crampones y cascos. Es un poderoso recordatorio de la conexión de Islandia con el fuego y el hielo. Sólheimajökull es también un lugar excelente para aprender de primera mano sobre el cambio climático, ya que el glaciar ha retrocedido visiblemente en los últimos años.

Península de Dyrhólaey: arcos, aves y vistas desde los acantilados

Dyrhólaey, que significa «isla de la colina de la puerta», es un promontorio con una enorme formación rocosa en forma de arco que el mar ha esculpido a lo largo del tiempo. Es uno de los mejores lugares para disfrutar de vistas panorámicas de la costa. Desde la cima se puede ver el glaciar Mýrdalsjökull, la playa de Reynisfjara y el infinito horizonte del Atlántico. Los frailecillos anidan aquí entre mayo y agosto, lo que lo convierte en un paraíso para los observadores de aves. El faro de la cima añade un toque clásico islandés al espectacular paisaje.

Vík í Mýrdal: el pueblo más meridional de Islandia

Vík es un encantador pueblo costero rodeado de espectaculares acantilados y formaciones volcánicas. Es una parada muy popular para almorzar, comprar recuerdos y contemplar la emblemática iglesia de techo rojo que se alza sobre la ciudad. Desde la playa negra se pueden ver los farallones de Reynisdrangar, y las leyendas locales cuentan que son trolls convertidos en roca por la luz del sol. Vík es también la puerta de entrada a las rutas de senderismo, los campos de lava y las cuevas marinas de los alrededores, lo que la convierte en un centro neurálgico muy versátil en la ruta de la costa sur.

Campos de lava y paisajes volcánicos

La costa sur ha sido moldeada por milenios de actividad volcánica. A medida que viaja, atravesará campos de lava cubiertos de musgo, llanuras de ceniza y lugares donde se han producido erupciones recientes. La erupción del Eyjafjallajökull en 2010, que interrumpió el tráfico aéreo mundial, se originó aquí. Muchas excursiones incluyen miradores o centros de visitantes que explican los sistemas volcánicos de Islandia. Estos paisajes agrestes y de otro mundo muestran la naturaleza siempre cambiante de la isla y contrastan con la belleza helada que se encuentra en otras partes de la ruta.

Lagunas glaciares: Jökulsárlón y Fjallsárlón

Para aquellos que realizan excursiones prolongadas por la costa sur, una visita a la laguna glaciar Jökulsárlón es una experiencia inolvidable. Aquí, enormes icebergs flotan serenamente en una laguna glaciar, a menudo visitada por focas y aves marinas. Cerca de allí, la playa Diamond Beach está cubierta de trozos de hielo que brillan como joyas sobre la arena negra. Fjallsárlón, una alternativa más tranquila, ofrece una experiencia más íntima con los glaciares. Ambos lugares ofrecen excursiones en barco durante el verano y son ejemplos impresionantes del encanto helado de Islandia.

Encuentros con la fauna silvestre a lo largo de la costa

La costa sur alberga una fauna muy diversa, especialmente en verano. Los frailecillos anidan en los acantilados de Dyrhólaey e Ingólfshöfði, mientras que las focas suelen verse descansando sobre los icebergs de Jökulsárlón. En invierno, es posible avistar zorros árticos o ver la aurora boreal bailando sobre las playas heladas. Las aves prosperan durante todo el año, y los guías turísticos suelen ayudar a avistar e identificar especies. La fauna de Islandia añade una capa enriquecedora a la grandiosidad del paisaje.

Cultura local y folclore

Más allá de las maravillas naturales, la costa sur está impregnada de folclore y cultura islandesa. Muchos lugares tienen leyendas sobre trolls, gente oculta y colonos vikingos. Los guías suelen compartir leyendas locales que dan vida a los paisajes. También pasarás por granjas, casas de turba y pequeñas iglesias que reflejan la resistencia de las comunidades islandesas que viven cerca de la naturaleza. Los museos locales, los centros de visitantes y las historias que se cuentan añaden profundidad a tu viaje.

Paradas gastronómicas y delicias islandesas

Las excursiones por la costa sur suelen incluir una parada para almorzar en Vík o en cafeterías rurales. Aquí podrás degustar platos tradicionales como sopa de cordero, salvelino ártico o postres a base de skyr. Algunas excursiones hacen parada en invernaderos o granjas que venden productos frescos y helados. La escena culinaria de Islandia ha crecido en los últimos años, e incluso las cafeterías de carretera sirven comidas de nivel gourmet elaboradas con ingredientes locales. Es una forma deliciosa de experimentar la hospitalidad regional.

Qué llevar y qué meter en la maleta

El clima en la costa sur cambia rápidamente. Es esencial llevar capas exteriores impermeables y resistentes al viento, así como capas interiores cálidas, independientemente de la estación del año. Es imprescindible llevar buen calzado para caminar o botas de montaña, especialmente para visitar glaciares o senderos con cascadas. Las gafas de sol, los guantes y un sombrero son útiles durante todo el año. En invierno, lleve crampones o microcrampones. No olvide su cámara y un cargador portátil: querrá capturar cada momento.

La mejor época para visitar la costa sur

La costa sur es hermosa durante todo el año. El verano ofrece paisajes verdes, sol de medianoche y una conducción más fácil. El invierno transforma la zona en un paraíso nevado, con cascadas heladas y auroras boreales. La primavera y el otoño ofrecen menos aglomeraciones y condiciones de luz únicas. Las excursiones por los glaciares, las cuevas de hielo y las excursiones en barco varían según la temporada, por lo que es recomendable consultar la disponibilidad con antelación. Independientemente de cuándo vaya, la costa sur le promete un viaje inolvidable.

Por qué no te puedes perder las excursiones por la costa sur

Las excursiones por la costa sur ofrecen lo mejor de Islandia en una ruta panorámica: cascadas, glaciares, playas, fauna y historia. Son ideales tanto para quienes visitan el país por primera vez como para los viajeros que regresan en busca de profundidad y variedad. La accesibilidad de la ruta, combinada con sus impresionantes características naturales, la convierten en una de las recomendaciones principales tanto de los lugareños como de los guías. Ya sea que elija una excursión en grupo reducido, un guía privado o incluso conducir por su cuenta, la costa sur le dejará impresionado e inspirado.